Entre 38.000 a 13.000 años de antigüedad.
Posible especie recientemente descrita del género Homo, extraordinaria por el pequeño tamaño de su cuerpo y su cerebro, y por su reciente supervivencia, pues se cree que fue contemporánea con los humanos modernos (Homo sapiens) en la remota isla indonesia de Flores.
La altura estimada de un H. floresiensis adulto es considerablemente menor que la altura media adulta de todas las poblaciones humanas modernas físicamente más pequeñas, tales como los pigmeos africanos (< 1,5 m), Twa, Semang (1,37 m para las mujeres adultas) o los andamaneses (1,37 m para las mujeres adultas). Se ha estimado que en el espécimen tipo de H. floresiensis la masa era de unos 25 kg. El H. floresiensis además tenía brazos relativamente largos, quizás para permitir a esta pequeña criatura trepar a la seguridad de los árboles cuando lo necesitaba.
Cerebro extraordinariamente pequeño. El espécimen tipo, con 380 cm³, está en el mismo rango que los chimpancés o los antiguos Australopithecus. Su cerebro está reducido considerablemente respecto al del presunto antecesor inmediato de esta especie, el H. erectus, que con 980 cm³ tenía más del doble de volumen cerebral que su especie descendiente. Sin embargo, la relación cerebro-masa corporal que presenta el H. floresiensis es comparable a la del H. erectus, lo que indica que es improbable que las especies difieran en inteligencia.
Los descubridores han asociado a la especie algunos comportamientos avanzados, asociados a la existencia de evidencias del uso del fuego para cocinar. La especie también ha sido relacionada con herramientas de piedra de la sofisticada tradición del Paleolítico Superior: lascas, puntas, cuchillos y punzones, mezclados con restos del elefante fósil Stegodon, al parecer una de sus presas.
El H. floresiensis coexistió con los humanos modernos, quienes llegaron a la región hace entre 35.000 y 55.000 años, durante un largo período, pero se desconoce cómo pudieron haber interactuado.
Nuevos datos (2009), como la forma primitiva de la clavícula, la pelvis de tipo australopiteco, o el hueso trapezoide de la muñeca, más parecido al de los monos, parecen indicar que puede ser descendiente de una especie más antigua de Homo, tal vez H. habilis u H. rudolfensis (de tamaño más pequeño que H. erectus). Si esto fuera cierto, implicaría que H. floresiensis habría salido de África unos cientos de miles de años antes que H. erectus. Y también que los rasgos avanzados del cerebro comenzaron antes de que el H. erectus aumentase de tamaño.