Vivió en un periodo entre 2 y 1.2 millones de años por lo que pudo convivir con otras especies de nuestro linaje.
Tenía un gran aparato masticatorio, que antes se creía que era producto de una especialización alimenticia en raíces y semillas. Pero estudios recientes indican que su alimentación habría sido más variada, como diversos tipos de pastos, semillas y, posiblemente, animales.
Su rostro es achatado, con frente estrecha, torus supraorbitario, mejillas más abultadas y mandíbulas menos prominentes que el Australopithecus afarensis. Posee una pequeña cresta ósea, menor que la del Paranthropus boisei, en la parte superior del cráneo. El tamaño del cráneo, de 550 a 600 cc, es mayor que el de P. aethiopicus. La arcada dental en forma de V presenta grandes molares y caninos e incisivos pequeños. Los molares y premolares tiene un grueso esmalte y no se observa diastema, lo cual probablemente signifique que los machos no debían luchar para acceder a las hembras.
Había bastante diferencia entre machos y hembras, sobre todo en el desarrollo de las crestas, ausentes o muy poco marcadas en las hembras.Los machos pesaban unos 40 kilos y las hembras alrededor de 30 kilos. En cuanto a su estatura, también había grandes diferencias: el macho mediría alrededor de 1.35 metros y las hembras 1.10 metros.
Sólo ha sido hallada en Sudáfrica, y su especialización parece ser menor que la de su primo el Paranthropus boisei, quizás porque no vivió en medios tan secos como aquél. C. K. Brain ha demostrado que fueron cazados, tal como se evidencia por las marcas de los dientes de un leopardo en un cráneo homínido de este sitio.