El cráneo de un animal puede sernos de gran ayuda para conocer muchas cosas sobre él, como su forma de locomoción, su alimentación, el tipo de defensa que emplea frente a sus enemigos, sus relaciones con otros miembros de su misma especie e incluso algunos detalles de su reproducción.
Quizá una de las cosas que más información nos dé sobre el animal son sus piezas dentales que le sirven para obtener y degradar el alimento para su aprovechamiento. Así, desde formas muy primitivas existe una especialización de dichas piezas bucales, las cuales tendrán cada una su función. Distinguiremos 4 tipos de dientes:
Pero puede ocurrir que por razones evolutivas, alguna de estas piezas no exista, dejando un hueco llamado DIASTEMA.
Veamos un ejemplo de cada uno de ellos:
La forma de la mandíbula inferior también nos servirá para conocer un poco más a nuestro animal. Cuanto más corta y curvada sea, mayor potencia de cierre tendrá. Así, los grandes cazadores carnívoros, tendrán una mandíbula curvada y no excesivamente larga, en relación con el tamaño del resto del cráneo, y los herbívoros, como los caballos, tendrán grandes mandíbulas rectas.
El Foramen Magnum es el orificio que existe en la base del cráneo por donde conecta con la columna vertebral del animal. La posición exacta y el diámetro del orificio nos indicará si camina a 2 o 4 patas y la envergadura del animal respectivamente (cuanto mayor sea el diámetro, mayor envergadura).
Los cóndilos occipitales son dos huesecillos situados a los lados del foramen magnum, su tamaño también nos dará información sobre el tamaño del animal.
En la parte superior del cráneo pueden aparecer unas crestas óseas, de manera que se aumenta la superficie de inserción de la musculatura craneal y mandibular. La existencia de estas crestas viene asociada a especies que precisan, por su forma de vida y alimentación, una mayor potencia de cierre mandibular. Así, las encontraremos en formas carnívoras.
Los huesos nasales se verán más desarrollados cuanto más utilice el animal el sentido del olfato, tanto para cazar como para detectar posibles predadores.
Las órbitas oculares pueden estar en un mismo plano o estar en los laterales. Si están en el mismo plano, existe un solapamiento de los campos visuales de cada ojo, consiguiendo una mayor precisión, necesaria en animales cazadores. Sin embargo, que las órbitas oculares estén en los laterales va a suponer que el animal va a tener un mayor campo de visión, abarcando más superficie. Esto es una necesidad enorme en los animales que deben estar alertas para huir de posibles depredadores.
Las bullas timpánicas son las zonas donde se aloja el oído interno del animal. Tendrán un mayor desarrollo cuanto mejor y mayor capacidad auditiva tenga el animal, tanto para la caza como para la huida.
Cae un sol de justicia y no debería estar aquí. Es mi primer día de vacaciones y tendría que estar en la playa tomando un margarita. Y sin embargo aquí estoy, sudando como un cerdo, mientras espero al equipo forense.
Me apuesto la placa a que estos nuevos restos hallados tiene que ver con el expediente 725F. Mi olfato de detective viejo no me falla aunque por el tiempo que llevan aquí... ya casi no huelen. Si al menos tuviéramos un cuerpo completo... todo sería más fácil! Los chicos de la morgue van a tener que trabajar duro.
