Volver al índice de exámenes Pruebas de acceso a facultades, escuelas técnicas superiores y colegios universitarios

Comunidad: Comunidad Valenciana
Convocatoria: Junio de 1995
Modalidad: LOGSE - Todas
Ejercicio: 1er Ejercicio A
Asignatura: Historia
Obligatoriedad: Obligatoria
Duración: 90 minutos
Baremo: El alumno eligirá el Ejercicio A (análisis de un texto y contestación a preguntas sobre el mismo) o el Ejercicio B (Respuestas a un repertorio de cuestiones). Puntuación: preguntas 1 y 2 = 3 puntos. Pregunta 3 = 4 puntos

Ejercicio A

El 24 de Septiembre de 1810, después de las desidias y resistencias de la Regencia, se celebraba el acto inaugural de las Cortes en la iglesia de la isla de León-San Fernando, en Cádiz.

La trascendencia de las Cortes de Cádiz arranca del hecho mismo de que su realización llegará a ser realidad (...).

La correlación de fuerzas presentes hizo factible que de allí saliera no ya una mera reforma de la monarquía, sino una obra de cuño revolucionario que, en lo que aquí nos corresponde tratar, se concretaba nada menos que en el diseño de un nuevo modelo de Estado, liberal-burgués, arrumbando el edificio político del Antiguo Régimen y los fundamentos jurídicos de las estructuras sociales sobre las que éste se sustentaba.

Aróstegui, J. (coord.) "El fin del reformismo", en Historia de España, vol. 9, Madrid, 1982.

Lee detenidamente el texto y responde a las siguientes preguntas:

  1. El texto alude a las dificultades planteadas para la celebración de las Cortes de Cádiz, y a la correlación de fuerzas presentes. Explica cuáles fueron las circunstancias que condicionaron la convocatoria, el desarrollo y el resultado de las Cortes.
  2. Define los fundamentos jurídicos sobre los que se apoyaba el edificio político del Antiguo Régimen.
  3. La obra de las Cortes de Cádiz se basó en unos nuevos principios políticos. Explica cuáles son éstos, y valora su continuidad en el ordenamiento político español contemporáneo, en especial desde el punto de vista constitucional.

Ejercicio B

Un solo hecho es determinante en toda la trayectoria del Estado liberal hasta su crisis final de 1931: representantes de las clases obreras no se sentaron en los escaños de las Cortes hasta el año 1910, fecha en la que fue elegido el primer diputado socialista. En el momento de máxima, aunque bien precaria, representación obrera, en las Cortes de 1923, con siete escaños (el 1,7 por cien sobre 409), en el parlamento fue disuelto por el general Primo de Rivera... Resultaba evidente que el gobierno representativo se refería a una representatividad genuinamente burguesa y de los estratos privilegiados cuyos diputados legislaban en el parlamento, sumando sistemáticamente el 98o el 99 por cien de todos los escaños. El sufragio universal se reimplantó en 1890, pero en la cámara baja de las Cortes (en el Senado jamás puso los pies un solo representante de las clases obreras), la minoría socialista, que concurría normalmente a las elecciones, no pudo conseguir nunca, no ya al nivel que alcanzaban los demás partidos socialistas es sus respectivos parlamentos nacionales, ni siquiera lograría un equivalente al de sus esfuerzos sindicales. Por otra parte, la masa obrera española tenía una invencible inclinación al abstencionismo motivada en la naturaleza de su situación social y claro está en las posiciones apoliticistas del preponderante anarquismo o anarco-sindicalismo.

Descartadas las clases obreras de la representación nacional, el problema político del Estado liberal radicaba en el grado de dosificación representativa que se ajudicarían la burguesía y los residuales estamentos privilegiados. Entre el Congreso y el Senado por un lado y la alternancia de partidos en el parlamento y en el gobierno por otro, no puede por menos de reconocerse que la inmensa mayoría de las clases burguesas, sectores preeminentes (Iglesia, Ejército, alta Administración política, etc) encontraron su momento y su intereses representados, amparados y defendidos en el parlamento merced a las normas jurídicas que de él emanan y a todo el equilibrio de poderes en vigencia durante la Restauración.

Martínez Cuadrado, M.: La burguesia conservadora. Alianza Universidad, 1978

Lee con atención el texto y responde a las siguientes cuestiones:

  1. Explica cuáles serían las razones que dan lugar a este tipo de representación política.
  2. ¿Qué tipo de problemas podrían derivarse de la no representación política de la clase obrera?
  3. Según el texto, el Estado liberal entra en su crisis final en 1931. Valora el alcance de esta crisis y sus soluciones.

Última modificación de esta página: 3 de junio de 2003